Conocer gente nueva es un propósito que cualquier persona se marca en distintos momentos de su vida. La inteligencia emocional es clave para construir y mantener buenas relaciones.

 

1. Asertividad

El modo en el que te diriges a los demás puede ser un reflejo de la forma en la que te hablas a ti mismo. La asertividad refuerza la empatía, la comprensión y la escucha. Los juicios negativos, por el contrario, generan una distancia.

2. Libertad

La base de cualquier relación reside en la libertad que cada uno tiene para tomar decisiones, incluso, para finalizar ese vínculo. El apego y la dependencia dañan la felicidad que aporta el amor o la amistad. Los celos, la envidia, la rivalidad o la soberbia no potencian la libertad. Por el contrario, la humildad propicia el encuentro sincero.

3. Equilibrio

En los vínculos de amor y amistad es recomendable que exista una simetría. Tú tienes mucho que aportar a la relación pero, además, mereces recibir. Por ello, toma la iniciativa para mantener la comunicación o para organizar planes. Pero no asumas esta responsabilidad como si fuese solo tuya. Esta es una historia compartida con alguien más. Una persona puede llegar a romper el equilibrio del propio vínculo por miedo a perder la compañía de alguien importante. Así ocurre cuando se implica hasta el infinito en una relación que le aporta poco reconocimiento.

4. Confianza

La confianza en el amor y en la amistad puede romperse fácilmente, incluso, después de haberse consolidado previamente. Por ello, conviene tener en cuenta el efecto que producen aquellas palabras y acciones que debilitan el vínculo.

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5. Avanzar hacia el futuro

Aquello que pasó en el marco de una relación ya quedó atrás. Vivir el presente y compartir proyectos de futuro es clave para construir y mantener buenas relaciones.