La compañía más dominante del mundo del entretenimiento, Disney, no tiene intenciones de dejar sin atender al mundo de los videojuegos.

En los últimos tiempos, la casa del ratón ha dominado el mercado de las películas taquilleras sin oposición real, a fuerza de tener las marcas más populares del mundo a su disposición. Su control sobre Marvel, Star Wars y la biblioteca de películas de Fox, le concedieron un poder casi plenipotenciario en todo el mundo.

En el campo del gaming, sin embargo, no terminan de dar el paso decisivo que los ponga en el punto más álgido. Por lo que han decidido tomar una ruta más pasiva para llegar a la cima, al contar con las distribuidoras más poderosas de la industria para que hagan el trabajo sucio.

Según devela GamesIndustry.biz, Electronic Arts, Square Enix y Ubisoft son ahora sus socios más frescos, quienes harán el trabajo pesado de desarrollar juegos basados en sus marcas y sacar beneficios monetarios de este tipo de trabajo. Lo estamos viendo desde hace unos cuantos años, con diversos grados de éxito.

Star Wars Jedi: Fallen Order es probablemente el éxito fuerte de la marca desde que Disney tomó control de la franquicia en cuanto a videojuegos. Lo que ha llevado a mayores propuestas para títulos de esta índole que salen del paraguas de EA, con Ubisoft ganando la oportunidad de hacer un juego de esta franquicia.

Del lado de Marvel, los juegos han traído más problemas. Se puede citar a Marvel’s Spider-Man y Spider-Man: Miles Morales como éxitos en sus terrenos, pero la experiencia en la que habían invertido todas sus fichas, Marvel’s Avengers, es un continuo desastre que no se detiene.

Pero para las pocas personas que disfrutaron del E3 2021, la presencia de Guardians of the Galaxy parece darles esperanzas a futuro de alguna manera. Del mismo modo, Avatar: Frontiers of Pandora llena los titulares del evento, a pesar de las múltiples ofensas de Ubisoft, que siguen sin consecuencias.

Disney quiere sacar el máximo provecho de sus marcas, teniendo una pieza del pastel del dinero de los micropagos de estos títulos sin tener que considerar demasiado el trabajo que se realiza con estas propiedades.