El abdomen es una de esas zonas del cuerpo de los hombres que más grasa acumula. Por genética, el sexo masculino tiende a asimilar más grasa en la barriga que en otras partes. Eliminarla puede ser un dolor de cabeza, pues requiere ser muy constante con el deporte, la dieta, evitando el alcohol, los azúcares y los alimentos procesados y muy calóricos.

No obstante, las cremas reductoras son un aliado para cualquiera que tenga un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico. Hacen efecto las cremas reductoras si buscas mejorar la musculatura o el aspecto de ciertas zonas, dado que ayudan a conseguir un mejor resultado.

Por eso en este artículo queremos sacarte de dudas y responder a todas las preguntas que puedas tener. ¡Lee con atención!

Cremas reductoras ¿funcionan?

Tengamos algo claro, los milagros no existen. Una crema no va a ponerte musculoso ni marcar de un día para otro el six pack. Algo que sí puede hacer es dar un empujón para hacer el proceso más asequible.

Partiendo de esta realidad hay que adentrarse en lo que significa que un gel o crema sea reductor de grasa y cómo te ayuda en esa tarea.

Existen dos tipos de cremas y geles reductores de grasas. Uno pretende activar la circulación sanguínea en la zona donde se aplica mediante una acción térmica (de frío o calor), mientras que el otro contiene ingredientes como pueden ser el ginseng o la cafeína, para lograr el mismo objetivo de una activación en la circulación sanguínea.

Esta activación de la circulación es importante, ya que, a mayor riego sanguíneo, es más fácil eliminar los depósitos de grasa acumulados con el tiempo. El hándicap es que estos productos, solo traspasan la capa más superficial de la piel y, por tanto, la grasa más rebelde (en las zonas interiores) nunca va a ser eliminada.

Dicho lo anterior, puedo afirmar que las cremas reductoras funcionan y cumplen con lo que prometen.

¿Qué hacen las cremas reductoras?

Las cremas reductoras contribuyen a la lipólisis (quema de grasas). Activan la circulación para eliminar la grasa, evitan la absorción de esta y estimulan la actividad de los adipocitos (células que conforman el tejido adiposo).

La mayoría hacen diversas acciones. Además de reducir la grasa, reafirmar el tono de la piel, mejoran la celulitis e incluso hidratan y nutren.

Existen múltiples cremas reductoras, pero las más efectivas son aquellas que tienen por ingredientes a:

  • Las algas marinas: mejoran la actividad de los adipocitos.
  • El ácido linoleico conjugado: reduce la acumulación de grasa en los adipocitos.
  • La cafeína: estimula la actividad de los adipocitos.
  • La carnitina: ayuda a la quema de grasas.

Es habitual que también incluyan activos vegetales, con efecto lipolítico, y péptidos que evitan que la celulitis se vuelva a formar.

También hay cremas que llevan turmalina, por lo que, al contacto con la piel, aumentan la temperatura produciendo vasodilatación y un aumento de la circulación sanguínea. Con esto se consigue la eliminación de toxinas y quemar calorías.

Finalmente, funcionan las cremas reductoras también como hidratantes y reafirmantes, por lo que mantienen la piel tersa. Así que, ten en cuenta estos activos a la hora de elegirla e incorporarla a tu rutina de belleza.

▷ ¿Las 【 Cremas Reductoras 】 Funcionan?

¿Cómo usar las cremas reductoras?

Ahora ya está claro que las cremas reductoras funcionan, aunque no van a eliminar tu barriga per se, pero que sí pueden ayudarte a lograr una piel más esculpida.

Es preciso combinarlas con ejercicio y una dieta adecuada, y ser constante en su uso. Por lo general, estos productos son muy populares durante el verano, pero si quieres conseguir resultados tienes que usarlas a diario durante 3 meses.

Lo ideal es aplicarla dos veces al día realizando un masaje drenante para activar la circulación y que accionen mejor. En dependencia de la zona del cuerpo donde la utilices, variará el tipo de masaje. En la zona del abdomen y los glúteos, movimientos circulares hacia el exterior y el interior; en los muslos, movimientos ascendentes.

Por otra parte, es recomendable exfoliar la piel del cuerpo, al menos una vez a la semana. La eliminación de las células muertas ayuda a que las cremas reductoras funcionen mejor.

Es preferente aplicar las cremas reductoras después de la ducha, porque los poros están más abiertos y los activos penetrarán mejor. Pues al estar la piel vaso dilatada, mejorará su absorción.

En cualquier caso, antes de usarla, lee los consejos del fabricante, ya que hay cremas que están desarrolladas para ser utilizadas antes de hacer deporte o después. Esto con el objetivo de prolongar sus efectos. Incluso hay otras que están diseñadas para la noche de modo que actúen mientras duermes.

¿Qué beneficios aportan las cremas reductoras?

Un detalle importante es que el uso de cremas reductoras no se reduce a la zona abdominal, sino que tiene beneficios para otras zonas del cuerpo:

  • En zonas como las caderas, los muslos, los brazos o el abdomen con el fin de evitar la piel de naranja y la celulitis.
  • Contribuye en la metabolización de la grasa que se deposita en zonas localizadas.
  • Consigue estimular la circulación sanguínea y activarla.
  • Sus ingredientes activos reafirman y mejoran la elasticidad de la piel porque aumentan la producción de colágeno.
  • Nutren la piel superficialmente, dotándola de un aspecto más sano, suave y brillante.

Llegados a este punto, has podido ver que las cremas reductoras funcionan y que son un aliado cosmético. Estas componen un nutrido y variado grupo de fluidos, cremas y geles orientados a necesidades estéticas o de salud.

Sobre todo, con aquellas que tienen que ver con la aparición de grasa en zonas concretas del cuerpo, que suele estar acompañada de la pérdida de elasticidad de la piel. Eso sí, para usarlas en la manera correcta, es esencial tener presente que sirven como asistencia o ayuda complementaria a la acción de llevar una dieta equilibrada y baja en grasas. Y a la realización periódica de ejercicio físico.

Ahora que ya sabes que las cremas reductoras funcionan, ¿qué esperas para usarlas?