Hoy vamos a seguir hablando de problemas capilares porque en el verano son más habituales, siendo más complicado lucir el cabello en perfecto estado por la acción de los rayos del sol, el cloro de las piscinas, el salitre del mar… En esta ocasión, nos centraremos en trucos y consejos para evitar que el pelo se quede pegado a la cabeza y en qué se puede hacer cuando el cabello es frágil. Dos problemas que, sobre todo, afectan al pelo fino.

Pelo pegado

Es habitual que el cabello se quede pegado a la cabeza tras lavarlo. Esta situación, en general, está relacionada con malos hábitos, que impiden que el pelo luzca con volumen desde las raíces. .

Para que el pelo se vea más suelto y sedoso y no quede pegado a la cabeza, la solución pasa por tener que utilizar champús y acondicionadores sin silicona. La clave está en que aquellos productos que la contienen necesitan un buen y correcto aclarado. En caso contrario, el pelo queda apelmazado.

Además, a la hora de aplicar el champú, lo recomendable es masajear solo la zona de las raíces porque la espuma va cayendo por el resto del cabello, siendo suficiente para que se limpie.

cabello
En relación a los acondicionadores, una buena opción es emplear los que son voluminizadores y que no precisan aclarado. Así se consigue que el pelo esté hidratado durante todo el día y parezca que tiene más vigor. En su aplicación, hay que tener cuidado: solo debe hacerse en las puntas para evitar que el cabello se engrase y se aplaste.

Fragilidad

Otro de los problemas más habituales en el pelo fino es la fragilidad, lo que le lleva a ser más quebradizo. Entre los factores de riesgo están la contaminación, la sequedad del ambiente, el frío y el calor o el uso de productos agresivos. También el estrés puede afectar.

La solución pasa por evitar todos estos factores y, sobre todo, las temperaturas extremas en planchas o secadores. De ayuda son el champú y lociones fortalecedoras, así como las gamas de cuidado capilar anticontaminación.