¿Has tenido alguna vez tortícolis? Seguro que sí. Es un problema que suele afectar a personas de entre 30 y 60 años y que es muy fácil de reconocer. Sus principales síntomas son el dolor de cuello al hacer un movimiento específico o la rigidez en la nuca.

Por suerte, existen una serie de remedios caseros que te pueden venir muy bien para evitar o tratar la tortícolis, así que presta atención a lo que te contamos a continuación.

Siéntate bien

A la hora de comer, tomar algo, ver la televisión, trabajar… Es muy importante que apoyes el cuello en todo momento en la silla o el sofá, porque de lo contrario se generará una presión que a la larga puede traer problemas de tortícolis. La espalda debe estar completamente recta y los pies apoyados en el suelo, a poder ser dibujando un ángulo de 90 grados entre las cañas de las piernas y los muslos.

Lo mismo se puede decir a la hora de conducir. Hay muchas personas que suelen elegir una mala posición y eso puede ser el detonante de la tortícolis, sobre todo si se conduce durante largos periodos de tiempo sin descansar. La cabeza siempre debe estar tocando el apoyacabezas, que para eso existe. Es también muy recomendable en caso de accidente, ya que el latigazo es menor.

Colchón y almohada

Busca un colchón firme que sea de resortes o muelles y capaz de adaptarse a la forma de tu cuerpo. La mejor postura para la espalda y el cuello es la fetal, de lado y con las piernas dobladas llevando las rodillas a la altura del pecho. La almohada hay que comprarla teniendo en cuenta que no debe ser ni muy alta ni muy baja. No olvides lo importante es que dormir unas 8 horas cada noche.

Cuidado con las posiciones

Si eres de los que trabajan delante de un ordenador, sabrás que no es bueno mantener la misma postura durante mucho tiempo. Llega un momento en el que el cuello nos dice basta y la tortícolis empieza a asomar. Antes de que eso ocurra, recuerda que es bueno levantarse y andar cada cierto tiempo.

Ejercicio

Andar es bueno, pero hacer ejercicio es todavía mejor. Para prevenir la tortícolis, aprovecha tiempos muertos para mover la cabeza diciendo “sí” y diciendo “no”. También haciendo círculos hacia la derecha y hacia la izquierda. Los movimientos no pueden ser bruscos. Hay que hacerlos con delicadeza porque de lo contrario nos podemos hacer mucho daño.

Remedios de la abuela

Si la tortícolis ha llegado a tu vida, ponte una manta térmica en el cuello o una bolsa de agua caliente. Deja que actúe durante unos 20 minutos. Los músculos se relajarán y notarás que el dolor va desapareciendo.

Adicionalmente, también puedes coger una hoja de col y aplastarla para posteriormente calentarla a la plancha. Luego solo tienes que colocarla en la zona afectada y no tardarás en notar sus efectos.

Mezclar gotas de aceite de Alcanfor con un diente de ajo machacado es otra buena solución. En este caso hay que masajear la mezcla.

Por último, siempre puedes recurrir al orégano, que es mano de santo en lo que a dolores cervicales se refiere. Bebe entre dos y cuatro tazas de té con orégano o realiza una cataplasma con hojas de orégano y un poco de agua caliente. Te sorprenderá lo bien que va.