Las mesitas de noche son fundamentales. Están presentes en casi todos los dormitorios porque nos permiten guardar objetos que conviene tener siempre a mano, especialmente cuando estamos durmiendo. Sin embargo, entre unas personas y otras puede cambiar mucho el contenido de los cajones de las mesitas de noche, así que nunca podemos dar por sentado lo que vamos a encontrar dentro.

Cajones bien aprovechados

Dependiendo de la cantidad de objetos que vayas a guardar y del orden que quieras que exista en tu mesita de noche, vas a querer que estas piezas de mobiliario cuenten con más o menos cajones, así que este es un aspecto que debes tener en cuenta cuando vayas a comprar las mesitas de noche.

Lo más habitual en las mesitas de noche

Como he comentado anteriormente, cada persona es un mundo y no podemos saber qué esconderá en los cajones de su mesita de noche. Sin embargo, hay una serie de imprescindibles que suelen repetirse en muchos hogares del mundo. ¿Un ejemplo? Los medicamentos, ya sea para aliviar un dolor de cabeza pasajero o para seguir con una pauta de medicación diaria.

Otro clásico es el de la lámpara o la linterna, que siempre va bien tener cerca para no encender la luz general del dormitorio. De esta forma, puedes encontrar lo que estás buscando sin molestar a tu pareja, o sencillamente sin tener que pasar el mal rato de encender la luz de golpe después de unas horas durmiendo.

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También hay que hablar de lencería y de juguetes sexuales como los que venden en Erotika.

Eso sí, en este caso seguramente querrás ser más precavido o precavida, ya que si tienes visitas no querrás que vean según qué cosas que hay que guardar a buen recaudo para mantener la intimidad.

Si continuamos con la lista, no podemos dejar de mencionar el lápiz y el papel que tantas personas hemos tenido alguna vez en nuestra mesita de noche. Es cierto que en los tiempos que corren ha pasado a ser sustituido por el teléfono móvil, pero lo que no desaparece nunca es la necesidad de anotar todo aquello que se nos pasa por la cabeza justo antes de conciliar el sueño.

Los libros también son inquilinos habituales de las mesitas de noche. A los que nos encanta devorarlos no nos importa pasar unos minutos leyendo justo antes de ir a dormir. Eso sí, a veces se nos va de las manos y acabamos cerrándolo a las tantas, pero ya se sabe que palos a gusto no duelen.

Las fotografías de familiares también suelen estar presentes, más que nada por las buenas vibraciones que son capaces de transmitir. Una persona que ya no está entre nosotros, un recuerdo de las vacaciones, un día en familia… Hay muchos motivos por los que querer tener una fotografía en la mesita de noche para verla todos los días antes de irse a dormir.