Es una pregunta que se hace mucha gente. Lavarse los dientes cada día después de cada comida no es sinónimo de conseguir unos dientes blancos como los que vemos en los anuncios de dentífricos. Existen varios motivos por los que pueden lucir ese color amarillento que tanto nos disgusta cuando nos miramos al espejo. Si quieres conocerlos, te recomiendo seguir leyendo.

Higiene dental incorrecta

Lavarse los dientes muchas veces no sirve de mucho si se lavan mal. La acumulación de placa bacteriana suele producirse en los lugares a los que normalmente no llegamos con el cepillo, motivo por el cual hay que utilizar hilo dental o cepillos pequeños para pasarlos entre las piezas. De esta forma evitamos el riesgo de infecciones y las manchas, al tiempo que reducimos las posibilidades de que se pongan amarillentos.

La genética y el paso de los años

Los factores genéticos influyen mucho. La coloración natural de los dientes es algo contra lo que no podemos luchar. Cada persona tiene un tipo de esmalte y hay alteraciones genéticas que pueden modificar la dentina y su recubrimiento. Además, el envejecimiento también juega en nuestra contra.

Medicamentos

Hay ciertos medicamentos, como por ejemplo los antibióticos, que pueden hacer que los dientes cojan un color amarillento o grisáceo. Es habitual cuando una madre los toma estando embarazada o cuando se recetan para niños pequeños.

Enfermedades y golpes

La radioterapia y la quimioterapia, tratamientos habituales contra el cáncer, provocan que los dientes se pongan amarillentos. Esto también sucede con algunas infecciones y enfermedades que podemos sufrir en nuestros primeros años de vida.

En cuanto a los traumatismos, decir que el esmalte dental sufre el impacto y es probable que alguno de los nervios muera.

Demasiado flúor

Todo en su justa medida. Abusar del flúor, que está presente en el agua, en las pastas de dientes y en los enjuagues bucales, puede provocar el aparecimiento de manchas amarillas o marrones porque agrede la parte interna y el recubrimiento de los dientes.

Hábitos alimenticios

Quien aspira a tener unos dientes blancos no debería tomar café, té, vino tinto, salsa de soja o bebidas carbonatadas.