Terminar con aquello que te une a otra persona es un proceso que puede resultar doloroso. Sin embargo, existen motivos para no posponer la ruptura de una relación acabada.

1. Motivos para no posponer la ruptura de una relación acabada: el resentimiento crece

Cuando la relación ya no tiene futuro, y la infelicidad compartida se convierte en habitual, el resentimiento crece si ambos permanecen en la historia como si no hubiese cambiado nada. Sin embargo, la esencia interna de la relación sí se ha modificado porque los sentimientos de uno o de ambos son distintos.

2. Dejar de poner excusas

¿Cuáles son los factores que pueden llevar a una persona a no comunicar su deseo de romper la relación? Las excusas se convierten en una forma de autoboicot. Especialmente, cuando no tienen una justificación objetiva, sino que parten del miedo a dar el paso definitivo. Algunos de esos pretextos están encabezados por la fórmula: “¿Y si…?”. Un condicional que da lugar a supuestos e interpretaciones sobre hipótesis sin contrastar.

3. Motivos para no posponer la ruptura de una relación acabada: decir adiós con valentía

El modo en el que dos personas se dicen adiós influye en el recuerdo que guardan del tiempo compartido en común. No existe una forma universal para romper sin experimentar ningún tipo de sufrimiento. Sin embargo, la valentía es terapéutica en un momento en el que la sinceridad ayuda a clarificar la situación. En caso contrario, aumenta la confusión en los sentimientos.

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4. Cerrar una etapa para empezar otra nueva

Una relación acaba verdaderamente cuando ambos aceptan lo que ha ocurrido y toman nuevas decisiones en sus vidas. Despedir el camino vivido en común para iniciar una nueva etapa es importante para ambos. Decir adiós produce un efecto terapéutico puesto que alimenta la sensación de libertad en quien avanza hacia el lugar en el que desea estar verdaderamente.

¿Qué otros motivos para no posponer la ruptura de una relación acabada quieres recordarte a ti mismo?