Hoy continuamos de nuevo el recorrido por las Islas Canarias para mostrar también propuestas en otras de sus islas, que también son principales focos de atracción turística, aunque en menor medida que otras como, por ejemplo, Tenerife. Es el caso de La Gomera y El Hierro. Dos destinos, que suelen visitarse, en general, una vez, pero que ofrecen mucho más de lo que se ve en ese primer recorrido.

El Hierro

El Hierro es la isla más tranquila de las Canarias y también la más volcánica. En ella, hay alrededor de 800 bocas, estando activas algunas de ellas. Esta isla, protegida por la UNESCO desde 2014, ofrece paisajes sorprendentes, gracias a las pozas marinas naturales o los gigantescos acantilados. Son parajes que contrastan con los bosques de pinos, las formaciones de lava, las áreas volcánicas y las playas de piedra.

Solo con recorrer estas zonas, ya se tendría una ruta distinta por El Hierro, que también puede comprender otros lugares, si todavía no se han visto. Es el caso de las playas del Mar de las Calmas y sus calas como la de Tacorón.

Visita obligada es el Golfo para ver las piscinas naturales, que han sido erosionadas por la lava como es el caso del Charco Azul. También es digno de ver el Pozo de las Calcosas, que es una pequeña bahía con casas de pescadores construidas en piedra volcánica. Y, por supuesto, hay varios miradores. Entre los mejores, figura el de San Andrés y su árbol de Garoé.

hierro

La Gomera

La Gomera o Isla Mágica, como se la conoce, cuenta con pequeñas calas de arena negra con acantilados montañosos, valles con grandes palmerales, selvas de árboles y plantas y muchos rincones para hacer submarinismo.

Esta isla tiene más de 40 miradores. El de Alto de Garajonay es el más espectacular, puesto que es el punto más alto de La Gomera y se pueden ver otras islas canarias como El Hierro, La Palma, Tenerife y Gran Canaria.

Una excursión marítima por el litoral de la isla es una buena opción para ver todo el acantilado de origen volcánico que la erosión ha ido moldeando para formar columnas que asemejan los tubos de un órgano.