La sostenibilidad es una de las palabras más en boga del último tiempo. Debemos tener en cuenta, a la hora de decorar nuestra casa, que sea un lugar apto para la sostenibilidad del medio ambiente. Vivimos una crisis importante y nos encaminamos hacia un desastre medioambiental sin solución. Por lo que os traemos unas cuantas ideas para hacer de nuestro hogar un lugar sostenible que cuide del planeta. Pero sin perder la elegancia ni la practicidad, al contrario.

Reutilización de muebles antiguos

Si utilizamos la palabra vintage, un mueble viejo se convierte en la mejor arma de decoración. Así que, ¡adelante! Atrevámonos a utilizar esos muebles antiguos, démosles una mano de pintura, un par de reparaciones y actualizaciones y reutilicemos un mueble centenario.

No olvidemos que este tipo de mobiliario es de una calidad altísima y que estaremos ante una obra artesanal irrepetible.

Podemos tener un escritorio de época, lijado y con una mano de barniz, como un bonito tocador. O como una mesita auxiliar. O, claro está, como un escritorio perfectamente útil en nuestros días. Se puede utilizar un ordenador en un lugar donde alguien escribió con pluma de ave.

Placas solares

Junto al estilo vintage, apostemos por la energía limpia. Hay mucho desconocimiento frente a la energía solar, sin embargo, se están haciendo muchos planes estatales y autonómicos para convertir la producción de energía en verde. Por lo que hay muchas ayudas y subvenciones. Además, instalar placas solares es una medida de ahorro a largo plazo, ya que hacer una vivienda autogestionable es la solución más práctica que podemos tomar.

Existen muchos tipos de instalación de placas solares. Sea cuál sea nuestro tipo de vivienda y nuestra necesidad de suministro podemos encontrar una solución u otra.

Además, las placas solares son sutiles y elegantes. No se convierten en un elemento que estropee ninguna fachada. Al contrario, ya están concebidas como elementos decorativos.

Reutilización de materiales

Lo más importante para conseguir un mundo sostenible es desechar lo mínimo posible. Por eso, utilizar los materiales que ya tenemos para hacer una nueva construcción es la mejor segunda vida que podemos darle. Además de que a nadie le viene mal un poco de bricolaje o una tarde de manualidades para ganar en relajación.

Podemos tener, por ejemplo, unos tablones que ya no necesitamos. Podemos hacer con ellos una estantería vista para la cocina, donde colocar unos cuantos botes de cristal con los macarrones también vistos. O podemos decorar nosotros mismos esos botes de cristal con algún motivo que nos apetezca, y así no desechar los botes en los que hemos comprado las conservas.

Igual podemos hacer con viejas cajas. Podemos reforzarlas con otros cartones para que ganes consistencia, y pintarlas de los colores que más con apetezca o que más encajen con nuestra decoración. Así estaremos consiguiendo espacios de almacenaje para guardar todos esos cachivaches que no sabemos dónde guardar. Podemos meter estas misceláneas en cajas decoradas y conseguir un ambiente mucho más acorde al feng shui que aporta el minimalismo.

Decir no al plástico

Es verdad que el plástico está por todas partes y que tienen unos costes irrisorios. Sin embargo, elegir accesorios de mayor calidad y otros materiales, no solo hará que tengamos una casa más sostenible, también más bonita y elegante.