No hay descanso para Huawei. El Gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus restricciones sobre la compañía asiática, haciendo aún más complicadas las operaciones de la madre del Huawei P40. Amparándose en sus sospechas de que la firma colabora con el Partido Comunista Chino, la administración de Trump ha impuesto nuevas restricciones que complican aún más las cosas a la empresa china y que afectaría ya no solo a futuros smartphones sino también a los antiguos (previos la veto). Así está la situación en estos momentos.

Un escenario complicado

Las relaciones entre Huawei y EEUU, lejos de mejorar, no hacen más que complicarse con el paso de los meses. Aunque el año pasado la compañía se llevó el gran susto con su inclusión en la lista negra de Trump, parecía que con el paso del tiempo había conseguido capear medianamente el temporal, con la concesión de una prórroga por parte del gobierno norteamericano, una tienda de apps cada vez más nutrida y la búsqueda de ciertas triquiñuelas a la hora de vender sus teléfonos nuevos (los anteriores al decreto del veto podían seguir usando los servicios de Google, recuerda) y de comercializar con empresas estadounidenses.

Sin embargo, ahora las cosas se ponen mucho más complicadas para la compañía asiática. La licencia temporal a la que la firma se agarraba como clavo ardiendo ha finalizado su plazo, con la negativa por parte de EEUU de renovarla. Es más, manteniendo su teoría de que Huawei colabora activamente con el Partido Comunista Chino (PCG) y con el objetivo de proteger la seguridad nacional del país y su privacidad, ha decidido endurecer sus medidas, ampliando sus restricciones.

Huawei Kirin 990

¿Cómo? Pues ampliando la lista de empresas estadounidenses afiliadas a Huawei que no podrán hacer negocios con la compañía. De 114 han pasado a ser 152 las compañías que tendrán que pedir de manera individual permiso al Departamento de Comercio de los EEUU para realizar cualquier tipo de negocio con la empresa china. De esta manera, se intenta poner aún más difícil los intentos de Huawei por evitar los controles de exportación para obtener componentes electrónicos, algo que ya se ha saldado con la cancelación de producción de sus famosos y potentes procesadores Kirin. Por si no lo sabías, esos son creados por TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), que utiliza equipos y tecnologías estadounidenses para su fabricación y que ha tenido que renunciar a ello -no cuenta con licencia por parte de EEUU-, obligando a Huawei a buscar alternativa en otro fabricante para su próximo y esperado Mate 40.

¿Puede afectar a teléfonos antiguos de Huawei?

Las nuevas restricciones no se limitan a añadir un número determinado de empresas a la lista de firmas que no pueden operar con Huawei. La Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio ha incluido en su veto «los productos producidos en el país y en el extranjero a partir de tecnología y software estadounidense».

Esto podría implicar, como bien indican en Gizmodo, que Huawei no reciba soporte de Google para futuras actualizaciones de software, afectando a los usuarios de teléfonos que ahora sí disfrutan de sus servicios -todos los lanzados previos al 16 de mayo del 2019. Sí, la compañía podría encontrar la manera de solventar esta situación en parte -hasta ahora ha sabido demostrar que sabe darle la vuelta a este revés-, pero se terminaría quedando sin el soporte de certificación de ciertas APIs de la compañía de Mountain View tan importantes como la SafetyNet Attestation (que se encarga de validar un teléfono y asegurar que el equipo no está comprometido, siendo imprescindible para la realización de pagos con el móvil, por ejemplo) para el que es mucho más complicado encontrar solución.

Huawei P40

Hasta ahora la compañía asiática ha sabido demostrar su enorme empuje y fuerza consiguiendo apartar todas las piedras que ha encontrado por el camino, pero la nueva cuesta que se le presenta por delante se le antoja más difícil que nunca.