La mascarilla capilar es un producto para el cabello que lleva muchos años usándose y que es muy popular. Pese a ello, todavía sigue siendo objeto de numerosas dudas y no son pocas las personas que creen que no es útil o que no está indicada para su tipo de pelo. Son algunos de los falsos mitos o bulos que circulan en torno a ella. Los principales vamos a resolverlos, además de dar respuesta a preguntas y dudas muy frecuentes.

Dudas

La mascarilla capilar es un tratamiento intensivo que sirve para restaurar la fibra capilar, sobre todo, aquella que está apagada o con falta de vida. Es un producto que puede ser utilizado por todas las personas, aunque sí es cierto que está especialmente indicado cuando el cabello está castigado.

En general, no suele ser frecuente ni necesaria en personas que tienen el pelo corto, mientras que sí es clave en cabellos teñidos o decolorados. En el cuero cabelludo graso, se aconseja aplicar cuando se tiene la melena larga con el fin de extender la mascarilla capilar solo en las puntas.

La frecuencia con la que debe usarse es, normalmente, una vez a la semana. Esta periodicidad es suficiente para restaurar, reparar y dar brillo al cabello, sobre todo, en las melenas largas.

cabello

Un tipo de mascarilla para cada cabello

La elección de la mascarilla capilar es especialmente importante. El criterio que debe primar es el tipo de pelo. Para los cabellos finos, la mejor opción es una mascarilla antifrizz para aplicarla solo en las puntas, no siendo conveniente dejarla sobre el cuero cabelludo durante mucho tiempo.

Cuando el cabello es rizado, la clave está en la aplicación porque, si el pelo está y seco y es muy rizado, es preciso aplicarla incluso cerca de la raíz y dejarla actuar durante más tiempo.

Si el cabello está muy seco, la solución pasa por elegir mascarillas hidratantes. Y, ¿qué sucede con el cabello coloreado? En estos casos, se recomienda aplicar las fórmulas nutritivas. Finalmente, para el pelo graso, se aconseja usar las purificantes prelavado.