El color blanco es uno de los más utilizados en la decoración del hogar. Está presente en paredes, techos, muebles, textiles y complementos. Existen muchos motivos que refuerzan el éxito de esta tendencia atemporal. Hoy compartimos algunos ejemplos para embellecer las distintas estancias de la casa con este tono tan luminoso.

1. El color ideal para cuartos grandes y pequeños

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En una casa hay estancias más amplias que otras. El recibidor, por ejemplo, tiene un lugar muy importante en el inmueble por la posición que ocupa en el plano. Pero el vestíbulo suele ser pequeño y, con frecuencia, no recibe la luz directa de una ventana que se sitúa en esta entrada.

El blanco es el color que potencia la amplitud en cualquier tipo de habitación, más allá de cuántos metros cuadrados tenga ese lugar.

2. Dar uniformidad a la decoración de la casa

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Cada estancia tiene una personalidad única y una entidad que es el resultado del proceso creativo llevado a cabo para dar forma a cada rincón. Aunque cada habitación es única, se enmarca en el contexto de un mismo inmueble.

Por ello, conviene utilizar un hilo conductor para establecer una conexión en torno a las diferencias y semejanzas de la vivienda. El color blanco, presente en el salón, la cocina, los dormitorios, el pasillo y el baño, genera esta conexión. Por ello, es posible integrarlo de forma intencional con este propósito.

El uso del color blanco en todas las estancias potencia el efecto de la repetición, un recurso que es tan utilizado en decoración.

3. Realzar la luminosidad desde el interior

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La luz es uno de los ingredientes que aporta calidez a una casa. Pero cada vivienda posee sus propias condiciones de luz. Puede ocurrir que no todas las estancias cuenten con amplios ventanales que establecen esta conexión con el exterior.

¿Y cómo realzar la claridad en el interior más allá de cuáles sean las características de cada cuarto? El uso del color blanco produce este agradable efecto visual.

4. Incorporar bellos contrastes

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La utilización del color blanco en la decoración permite integrar variados contrastes. El binomio blanco y negro es una tendencia atemporal. En la actualidad, el gris se presenta como una alternativa al tono negro, ya que dicho color resulta más luminoso. Y, por ello, la decoración de espacios que suman detalles en blanco y gris está de moda. Esta base es frecuente, por ejemplo, en la creación de un espacio de diseño nórdico.

Las obras de arte también destacan todavía más sobre paredes claras. Muchas galerías son un reflejo de cómo esta disposición de las obras muestra la mejor versión de una pintura. Pero, además, cualquier complemento destaca todavía más sobre un fondo blanco.

5. Decoración relajante y apetecible

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El hogar también está vinculado al valor de las sensaciones. Sensaciones que aportan la agradable felicidad de estar en casa. El blanco es un color que ayuda a crear una decoración relajante y tranquila. Una atmósfera que resulta muy apetecible en el salón, en la cocina o en el dormitorio.

Además, una decoración en blanco se ajusta a las necesidades de cualquier época del año. Aporta un toque refrescante a los días más calurosos del verano. Y, por otra parte, da luz a las jornadas más breves del invierno.

En consecuencia, la decoración en blanco es luminosa y muy favorecedora. ¿Qué otros motivos quieres añadir a esta lista de posibilidades? Este es un tono que propicia la adaptación al cambio, ya que es posible integrar múltiples novedades sobre esta base previa. El blanco, en la decoración de la casa, es sinónimo de armonía, permanencia, luz, amplitud, tradición y belleza.