Las exfoliantes son productos que no todas las personas emplean. Y, la verdad, es que es un error porque tienen muchos beneficios para la piel. No solo permiten que luzca mucho mejor, sino que también facilitan la penetración de otros productos de tratamiento y cuidado que se empleen. No son sus únicas ventajas. Aún hay muchas más y no solo se producen en la dermis, también en otras partes del cuerpo.

Luz

Uno de los principales beneficios de emplear exfoliantes es que se consigue un rostro con más luz y con una apariencia más lisa. Este efecto se logra si se emplea este tipo de producto una vez a la semana.

Para ello, lo más adecuado es emplear una exfoliante con textura ligera o gel con micropartículas para que arrastre las imperfecciones, pero sin dañar la piel. Además, es conveniente hacer su aplicación en movimientos circulares.

Además, con el fin de no alterar el pH de la piel, es conveniente elegir aquellos productos sintéticos con partículas de plástico. Siempre son preferibles aquellos que contienen ingredientes naturales como, por ejemplo, el hueso pulverizado de albaricoque.

exfoliantes
Y, aparte de las exfoliantes para el rostro o cuerpo, también las hay para zonas específicas como los labios. En este caso, se consigue que la boca siempre se vea más suave y jugosa, aparte de conseguir no tener pielecillas. En consecuencia, parece más lisa.

La clave está en aplicar un exfoliante específico sobre los labios en seco para, luego, aclarar con agua. Posteriormente, se recomienda emplear un bálsamo o barra labial, que sea muy hidratante.

Brillo

El cabello también se beneficia de la exfoliación. En este caso, se debe optar por una exfoliante capilar, que se emplea antes de aplicar el champú. De esta manera, se consigue aumentar su brillo, ya que se eliminan profundamente las impurezas que se acumulan en el cuero cabelludo y pelo.