Decoración y bienestar emocional son dos conceptos que pueden estar muy unidos. El entorno no solo puede resultar práctico, sino también acogedor.

1. Refuerza el orden a través de la organización

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Los términos mencionados, con frecuencia, se utilizan como sinónimos en conversaciones cotidianas. Sin embargo, tienen matices diferentes. Por medio de la organización refuerzas el sentido del orden. De este modo, existe un criterio concreto para determinar por qué guardar un elemento en un lugar determinado. La óptima planificación del interior, por otra parte, facilita la realización de diferentes tareas en el día a día.

2. Decora un espacio propio

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En una casa compartida existen espacios que se disfrutan en común. Lugares de encuentro en la convivencia que refuerzan la comunicación. Pero, además de su naturaleza social, el ser humano posee una esencia individual. Es positivo que practique el autoconocimiento y comparta tiempo consigo mismo. Un proceso de introspección que puede vivirse en el propio hogar. Por ello, es recomendable que decores un pequeño lugar para practicar tus aficiones, disfrutar de tus planes preferidos o descansar.

3. Decide cuál es el corazón de tu hogar

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Ese lugar que se convierte en el centro de la vida cotidiana. Un entorno que te recibe cada día. Invierte más tiempo en planificar la estética de ese escenario. Establece un orden de prioridades en el proceso decorativo para invertir más recursos y tiempo en la habitación que sea más relevante desde tu punto de vista. Existen zonas diferentes que pueden adquirir un elevado nivel de protagonismo, por ejemplo, el salón, la cocina, el comedor o la biblioteca. ¿Cuál es tu lugar preferido?

4. Prescinde de todo aquello que no aporta valor

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La tendencia hacia la acumulación refuerza el sentimiento de apego a lo material. Y el apego limita la felicidad de forma negativa. Tu casa es uno de los lugares más importantes de tu vida. Por ello, es positivo que hagas espacio a aquello que realmente es significativo y necesario.

La propia limitación de metros cuadrados es un motivo fundamental para identificar aquello que sobra. De hecho, este criterio también está alineado con el refuerzo del orden y la organización. De lo contrario, la acumulación de cosas aumenta la sensación de caos. El orden planificado de una forma consciente alimenta la armonía.

5. Conexión con la naturaleza

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Puedes potenciarla por medio del uso de aquellos colores que están presentes en el paisaje natural. Del mismo modo, también refuerzas la conexión con el exterior cuando aprovechas la iluminación natural. Y, finalmente, existen detalles que llevan frescura y vitalidad hasta el hogar. Por ejemplo, las flores, las ramas verdes o las plantas de interior. Las flores alimentan el bienestar emocional. Por ello, son una idea de regalo frecuente en ocasiones señaladas.

6. Tonos claros como elementos predominantes

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Un entorno puede estar integrado por una amplia variedad de elementos. Sin embargo, la presencia de cada ingrediente en el conjunto puede diferenciarse desde el punto de vista cuantitativo. Siempre existe un tono predominante que llama la atención por sí mismo. En ese caso, puedes seleccionar una tonalidad luminosa para nutrir el espacio con su belleza.

7. Objetos que contienen recuerdos y expresan emociones

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Elabora un inventario con aquellos recursos que necesitas para vestir la vivienda según tu gusto personal y tus necesidades. La funcionalidad de los elementos seleccionados resulta esencial. Pero, a su vez, también puedes destacar algunos detalles que están vinculados con la memoria emocional. Regalos de seres queridos, piezas heredadas, artículos adquiridos durante un viaje a un destino especial o productos de segunda mano.

Algunos de los cambios que puedes llevar a cabo en la decoración durante el nuevo año, pueden estar motivados por el deseo de incrementar el bienestar emocional.