El inicio de las vacaciones puede dar lugar a la idealización de ese tiempo próximo que está por llegar. Sin embargo, lo cierto es que las vacaciones, por sí mismas, no son sinónimo de descanso. Las vivencias de esta etapa pueden dar lugar al cansancio y la saturación de la propia relación. ¿Cuáles son las características de las parejas agotadas en verano?

 

1. Acumulación de negatividad

A la percepción que cada uno tiene de la convivencia durante estas semanas se suma un periodo previo en el que el desencanto hizo acto de presencia en numerosas ocasiones. Sin embargo, el trabajo y otras ocupaciones a corto plazo pueden convertirse en una distracción que tapa las carencias de una situación que busca respuestas.

2. La añoranza de un espacio propio

Las parejas saturadas en verano también pueden llegar a este punto por protagonizar un proyecto de vacaciones en donde el nosotros no deja espacio para el desarrollo individual. Este hecho produce el peso de la renuncia llevada a cabo por quien anhela actividades, experiencias o personas que no están cerca ahora.

3. Insatisfacción

Las parejas saturadas en verano se sienten estancadas en una rutina que repite una imagen muy similar día tras día. Se encuentran en una zona de confort que les resulta muy familiar pero la sensación que se desprende de esta vivencia no es de ilusión, sino de estancamiento.

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4. Deseo de cambio

Las parejas saturadas durante las vacaciones pueden llegar al mes de septiembre con el firme deseo de separarse. De hecho, este es uno de los meses en los que aumenta el número de divorcios. Pero esta saturación no conduce a la separación definitiva a modo de causa y efecto. Este deseo de cambio se sintetiza en una palabra: aburrimiento.

Estas son, en conclusión, algunas de las características de las parejas cansadas de su relación durante las vacaciones.