Los paradores siempre son una buena opción para disfrutar de una excelente estancia. En España, hay diferentes opciones, aunque en esta ocasión nos vamos a centrar en el Parador de León porque tiene una “nueva cara”. Las instalaciones han sido objeto de una remodelación, que se ha prolongado durante tres años, período en el que ha permanecido cerrado. Listo ya para acoger huéspedes de nuevo –con las medidas que marca la covid-19-, es un destino que puede tenerse en cuenta porque es uno de los paradores más emblemáticos de esta red. Con la reapertura, ahora, está catalogado en la categoría de 5 estrellas Gran Lujo.

El parador

El Parador de León está situado en el Hotel San Marcos que se ha renovado, aunque la reforma integral que se ha acometido mantiene todo su esplendor y las características de siempre, aunque ahora con un toque un poco más renovado o moderno, que se ha impregnado en las 51 habitaciones, salones y nuevos espacios comunes.

La reforma se ha acometido en dos fases, ya que el parador cuenta con dos edificios diferenciados: el histórico Hostal de San Marcos y la parte más moderna, que data de los años 70.

Las actuaciones se han centrado en recuperar la volumetría del edificio de crujías perimetrales en torno a un patio, de manera que se recupera el espacio como corazón de ese edificio.

parador-leon
Con este objetivo, se ha construido un atrio interior cerrado en el que entra la luz natural. Este nuevo espacio de nueva planta ha sido concebido para albergar la cafetería y sobre él se podrá ver el espectacular techo de Lucio Muñoz, que también se ha restaurado y que anteriormente estaba en uno de los salones.

Habitaciones

Dentro del parador, hay 51 habitaciones de las que 33 son dobles estándar, mientras que nueve son de categoría superior, cinco son junior suite y dos suites. Las otras dos restantes están adaptadas para clientes con necesidades especiales.

El interior del edificio es sobrio, habiéndose empleado sobre todo la piedra natural, las maderas naturales y un color oscuro para darle un aire monacal al edificio. También se han recuperado cerca de 600 piezas del mobiliario existente en el parador. Algunas de ellas han sido empleadas para un nuevo uso como las antiguas puertas, que ahora son cabeceros en las habitaciones.